Junto al otro nos fortalecemos

Vivimos tiempos intensos. La reciente emergencia climática en nuestro país, tal vez nos ha recordado parte del cansancio que no logramos recuperar tras la pandemia y que se ha sumado a dosis de incertidumbre económica, a la mayor visibilización de la violencia y a una no siempre atendida salud mental deteriorada.

Familiares, amigos, compañeros de trabajo o estudios tienen algún ser querido entre las personas que vieron afectados sus entornos, y la extensa cobertura informativa en medios y RRSS nos impacta a todos. Ante eso es importante que podamos cuidar nuestras emociones y las de nuestros niños.

Es clave sostener la calma, practicar el autocuidado y procurar ser amables con los demás. Cada cual guarda en su historia episodios difíciles.

Como ya aprendimos en pandemia es importante considerar algunos aspectos:

• Busca compañía en personas en las que confíes para conversar o sentirte seguro.
• Comparte tus emociones y exprésalas. Si necesitas ayuda, pídela. Es importante poder expresar nuestra vulnerabilidad.
• Trata de mantener una rutina diaria de actividades, eso te ayudará a sentir seguridad para enfrentar de mejor manera las diversas situaciones. Incluye algunas cosas que te gusten y te den sentido.
• Cuida tu salud. Trata de hacer ejercicio, mantener en lo posible tu rutina de sueño y alimentación. Atiende tu respiración.
• Evita exponerte durante mucho tiempo a RRSS o medios de comunicación con noticias que te angustien o estresen. Y si decides conectarte a ellos, trata de buscar contenidos que te relajen o te permitan obtener una experiencia de mayor tranquilidad o gusto como ver una película, escuchar música. En cuanto a informarte, intenta hacerlo en fuentes con información verificada que permita orientarte.
• Ayuda otro. Esto no sólo te permitirá contribuir a aminorar la pérdida que puede estar enfrentando otra persona. También te ayudará a ti.